El Corte

Primero debe de limpiarse el jamón por lo menos hasta la mitad, si es de tirada habitual o diaria fuerte (local de hostelería) se debe de limpiar entero para no entorpecer el corte limpiando las aristas.

El corte, salvo otros gustos personales los cuales respetamos, se debe empezar por la maza (parte ancha). Con un buen cuchillo bien afilado, se debe partir en paralelo y en lonchas de unos 3 o 4 cm de largo cogiendo todo el ancho del jamón. Deben de ir al filo del cuchillo, lo más finas posibles. Para conseguir una ración correcta, en el plato tienen que existir partes de codillo, maza y punta, por lo que se recomienda un portajamones con elevación en la punta, para que a la hora del corte se comience de la parte más cercana a la pezuña (codillo), bajando hasta el hueso de la cadera (maza) y del hueso hasta abajo (punta). De este modo, en una sola ración se puede degustar tres de los cuatro sabores del jamón. El cuarto sabor sería la parte estrecha al darle la vuelta.